jueves, 3 de enero de 2013

Incendio Moncayo 2012: Mirando atrás para que no vuelva a ocurrir. (1ª parte)

¿Por qué ocurrió?



La sequía, los pirómanos, las tormentas o los errores humanos sólo prenden la mecha. El incremento de la combustibilidad de los montes es debido al abandono de la actividad agraria, ganadera y forestal que, además, ocasiona la despoblación de las zonas rurales.

Quedamos por tanto profundamente agradecidos a los agricultores y ganadores que trabajan sin recibir el reconocimiento de lo valioso de su labor, aguantando en muchas ocasiones por el amor que sienten por lo que hacen y llegando a pasar penurias económicas, paradójicamente siendo uno de los eslabones más importantes de la cadena comercial de los alimentos.

Potenciar las labores agrícolas, ganaderas y forestales ayudaría y mucho, ¿cómo?:

- Los campos intercalados estratégicamente en los bosques actúan de cortafuegos, si se abandonan se llenan de matorral altamente ignífugo.
- El pastoreo controlado limpia el sotobosque.
- La eliminación de la biomasa forestal limpia y genera riqueza como fuente de energía.

El poco valor que se ha dado a las actividades agrícolas y ganaderas responsables ha supuesto el abandono de los pueblos. Una puesta en valor de ellas con las compensaciones en servicios (educación, sanidad, comunicaciones digitales, suministro de productos básicos….) y un transporte diario y radial que comunique los pueblos con la cabecera de la comarca ayudarían a recuperar los pueblos y a conservar nuestros bosques y paisajes.

Con la excusa de la falta de presupuesto, los recursos humanos y económicos destinados a la prevención, extinción y restauración de los montes se han mostrado claramente insuficientes y descoordinados tras el incendio en Moncayo de este verano. En estos momentos las cuadrillas de trabajadores que trabajan en vigilancia y extinción durante el verano se encuentran en el paro en vez de continuar su labor de prevención y restauración de las zonas quemadas.

“Desde la ignorancia” y guiados por nuestras propias experiencias y por los comentarios de las personas que vivieron y sufrieron el incendio junto a nosotros, se tiene la impresión general de que faltaron medios en los primeros momentos, hubo descoordinación con los militares, que si no recibían ordenes de sus superiores no movían un dedo, y apenas se contó con la colaboración de la población local que conoce el territorio y dispone de tractores que podían haber atajado el fuego en los ribazos de los campos (ya arados) por los que se propagó, sin que nadie lo evitara, extendiéndose a zonas de monte a las que jamás tendría que haber llegado. Pero que tire la primera piedra quién esté libre de culpa, se veía venir… ¿verdad?... o eso se decía, entonces ¿por qué?

Por el poco valor que damos al sector primario, por pensar que el campo sólo es un lugar de descanso y ocio para las gentes de las ciudades sin tener en cuenta las necesidades de sus habitantes, por buscar responsables cuando ya es tarde, por mirar hacia otro lado cuando hay que apoyar a los afectados, por olvidar tan fácil consiguiendo que repitamos los mismos errores una y otra vez, por eso y más TODOS SOMOS CULPABLES.



1 comentario:

  1. muy buenos comentarios.
    enhorabuena Asociacion ruarl sierra del moncayo

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